Querida amiga,
Con frecuencia asumimos una serie de obligaciones, para las que no tenemos tiempo e intentado cumplir con todas, nos dejamos de priorizar. Nos olvidamos de nuestras propias necesidades y deseos, mientras acumulamos tensiones tanto físicas como emocionales. Nos enfocamos en trabajar para el futuro y dejamos pendientes asuntos importantes. La incomunicación va creciendo y deteriorando nuestras relaciones, principalmente la que tenemos con nosotras mismas.
Podemos sentir que estamos en una vida que no nos llena, rodeadas de relaciones que no funcionan o sumidas en una tristeza que ni siquiera queremos ver. La ansiedad resulta entonces una compañera más frecuente de lo que nos gustaría.
¿Puedes imaginarte un espacio seguro y acogedor donde volver a ser tú misma, sin filtros ni máscaras? Pues bien, la terapia Gestalt es una poderosa herramienta que facilita el cambio hacia esa dirección. Entrar en terapia es iniciar un proceso de auto-observación y crecimiento personal. Un viaje hacia dentro que mejora lo que hay fuera. En este artículo quiero explicarte cuáles son las bases de su poder de transformación.
La terapia Gestalt te invita a conectarte con el momento presente, a dejar de lado los remordimientos del pasado y las preocupaciones del futuro. Al enfocarte en el aquí y ahora, aprendes a valorar mejor cada instante de tu vida. Te adentras en la experiencia presente, descubriendo la belleza de los detalles simples que antes pasaban inadvertidos. Esta práctica consciente te permite romper el círculo vicioso de los pensamientos anticipatorios que alimentan la ansiedad, y te brinda un anclaje en la realidad presente.
Explorar nuestras emociones es algo que con frecuencia nos asusta, especialmente si están ligadas a eventos desagradables o traumáticos. La terapia Gestalt te facilita el contacto con el mundo emocional que habita en tu interior. A menudo, la ansiedad surge por una acumulación de esas emociones no expresadas o mal gestionadas. Mediante el proceso terapéutico, te sumerges en la exploración de tus sentimientos, sin juicios ni restricciones. Aprendes a reconocer y aceptar lo que te pasa, incluso lo incómodo o doloroso. Esta aceptación permite liberar la carga emocional reprimida, transformándola en una energía vital que impulsa el crecimiento y el bienestar.
El enfoque de la Gestalt destaca la interconexión entre tu mente, tu cuerpo y tus emociones. Hace que te abras a escuchar los mensajes que tu cuerpo te envía a través de señales físicas, como el aumento del tono muscular, las dificultades respiratorias o el malestar estomacal. Esta conciencia corporal permite que puedas identificar los desequilibrios y las tensiones que contribuyen a tu ansiedad. A través de técnicas de respiración consciente, meditación y movimiento, aprendes a relajar tu cuerpo y a restaurar la armonía entre tu mente y tu ser físico.
La terapia conduce a una exploración de quién eres realmente, más allá de las imposiciones sociales y las expectativas externas. A través de la introspección y el diálogo terapéutico, descubres tus valores, tus deseos y tus necesidades más profundas. Aprendes a aceptarte y amarte tal como eres, sin la necesidad de complacer a los demás o de encajar en moldes preestablecidos. Potencia tu autoconocimiento y autenticidad.
Te permite poner atención y examinar las forma de pensar y actuar que contribuyen a sostener la ansiedad, esas creencias arraigadas que te impiden avanzar hacia una vida más satisfactoria. La terapia Gestalt invita a revisar esos patrones automáticos que ya no funcionan. Es un proceso de auto-descubrimiento en el que viejas heridas pueden ir sanando a la vez que encontramos nuevas y mejores formas de adaptarnos a nuestro entorno.
La Gestalt te anima a reconocerte como protagonista de tu vida y a elegir tu propio camino. Te impulsa a responsabilizarte por tus acciones, tus pensamientos y tus emociones. Te da la fuerza para dejar de poner el foco en los demás y para que asumas las consecuencias de tus decisiones. Te ayuda a desarrollar la confianza necesaria para enfrentar nuevos desafíos, aprender de tus experiencias y promover el cambio deseado.
Es una terapia de contacto, en la que el terapeuta se convierte en tu confidente, tu compañero de viaje y tu soporte más cercano en esa exploración que haces de tu propio mundo interno. En el vínculo que se establece, se produce la transformación.
La terapia Gestalt permite que transites tu propio camino al encuentro con lo más genuino de tí misma. Te ayuda a liberarte de los miedos, la ansiedad o atravesar momentos de cambios en los que sientes que necesitas apoyo. Fomenta el autoconocimiento en un proceso progresivo que va de lo más superficial a lo más profundo, respetando tu individualidad.
Si en este momento estás pasando por una situación difícil, recuerda que está bien pedir ayuda, te invito a que des el paso.
Yo te ofrezco un encuentro conmigo para que comentemos tu caso y veamos juntas si yo puedo ayudarte en lo que tú estás necesitando.
Recibe mi cálido abrazo,
Xochitl.