¿Cómo empezar a priorizarte hoy?

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Querida amiga,

Con las prisas de la vida cotidiana, es fácil perderse entre las tareas diarias y olvidarnos de atender nuestras propias necesidades. Como mujeres, a menudo nos encontramos en un ciclo de autonegación, donde sacrificamos nuestro bienestar por el de los demás. Es decir, nos negamos continuamente el derecho a hacer cosas por nosotras. En nuestra lista de prioridades, suele pasar que no aparecemos entre las primeras líneas. Nos contamos que no alcanza el tiempo, el dinero, u otras excusas. Ponemos antes las necesidades del trabajo, la familia o los amigos, a las nuestras.

 Esta situación mantenida en el tiempo puede generar ansiedad, desgaste emocional, tristeza y la sensación de estar descontentas con nuestras vidas. En este artículo, exploraremos más a fondo las razones psicológicas detrás de este comportamiento. Veremos juntas cómo podemos comenzar a cambiar para recuperar nuestro poder interior y el bienestar emocional.

Entendiendo los patrones de autonegación

La tendencia a priorizar a los otros por encima de nuestras necesidades, tiene raíces profundas en nuestra mente. Desde una edad temprana, nos enseñaron estos comportamiento como modelos de buena conducta. Lo contrario era convertirse en un ser egoísta, al que nadie querría.  Siendo obedientes, no sólo íbamos a ser aceptadas y valoradas socialmente, si no también dentro de la familia.  Era mucho lo que estaba en juego, así que aprendimos que ese sacrificio, valía la pena y era lo correcto.  Fue una programación subconsciente, un aprendizaje necesario para seguir siendo amadas y cuidadas por nuestros padres.

De niñas hicimos bien la tarea. Llegada la edad adulta, podemos darnos cuenta que el precio de no  escuchar nuestras necesidades, es vivir en la insatisfacción.  Nos vemos, ahora, desconectadas de nosotras mismas, agotadas, a veces resentidas y atentas a lo que pasa afuera, intentando ser vistas.

Desafiar la cultura de la autonegación

Para comenzar a priorizarnos en nuestra vida cotidiana, primero debemos desafiar la cultura de la autonegación que nos rodea. Esto implica cuestionar las creencias arraigadas sobre el sacrificio personal y el deber primero de complacer a los demás. En lugar de basar nuestra autoestima en la aprobación de otros, necesitamos aprender a reconocer nuestro propio valor y dignidad. Para ello debemos establecer una relación más amigable y amorosa con nosotras mismas. De igual forma es útil recordarnos que no hay nada malo en ocuparnos de nuestras propias necesidades, que no es egoísmo responsabilizarnos de nuestra felicidad.

Practicando el autocuidado diario

Una forma concreta de comenzar a priorizarnos en nuestra vida cotidiana es practicar el autocuidado diario. Esto puede incluir actividades simples como hacer ejercicio, meditar, leer un libro, dar un paseo por la naturaleza o simplemente tomarse un momento para conectarse consigo misma. Al dedicar tiempo a nuestras propias necesidades y deseos, estamos enviando un mensaje claro a nuestro subconsciente de que nos valoramos y merecemos ser atendidas. Y paralelamente de forma consciente y responsable estamos eligiendo ocuparnos de nuestro propio bienestar.

Estableciendo límites saludables

Otra conducta importante es aprender a establecer límites saludables con los demás. Esto pasa por decir “no” cuando sea necesario y comunicar nuestras necesidades de manera clara y directa. Significa de igual forma, poner fin a las relaciones desequilibradas o tóxicas que nos hacen sentir mal. Al establecer límites saludables, estamos protegiendo nuestra libertad y salud emocional.

Explorando la Terapia Gestalt y Bioenergética como ayudas para comenzar a priorizarnos

La Terapia Gestalt y la Bioenergética son dos enfoques terapéuticos complementarios que facilitan el cambio y el crecimiento personal. Estas terapias van más allá de simplemente tratar los síntomas y se sumergen en las raíces de nuestros comportamientos y creencias. Permíteme compartir contigo ejemplos reales de cómo estas herramientas pueden acelerar cambios significativos en la vida de las personas.

Casos reales de transformación:

Ele, una mujer exitosa en su carrera pero que constantemente se siente vacía y descontenta de sí misma. Pidió ayuda porque presentó crisis de ansiedad, síntoma incomprensible para ella.  A través de la Terapia Gestalt, Ele descubre que se había convertido en una persona fuerte y altamente eficiente para orgullo de su madre. Sin embargo, su lado más tierno y vulnerable nunca tuvo espacio en esa relación. Ella misma había ignorado sus propias necesidades. Con el progreso de las sesiones de terapia, Ele aprende a escucharse a sí misma, a establecer límites saludables con su madre y resto de la familia.

Otro ejemplo es el de Ana, una mujer que luchaba con la depresión y la falta de energía. Había dedicado su vida al cuidado de sus padres y hermanos menores. A través de la Bioenergética y la Gestalt, descubre que ha estado reprimiendo emociones dolorosas y tensiones físicas en su cuerpo. En terapia, Ana aprende a liberar esta energía bloqueada a través de ejercicios específicos. Y puede procesar esas emociones, liberándose de esa carga que arrastraba hacía más de 20 años.

Ya sea que estemos luchando con la ansiedad, la depresión, la ira o simplemente buscando una mayor conexión, la Terapia Gestalt y la Bioenergética pueden ser herramientas útiles para comenzar a poner el foco en nosotras mismas.

Querida, te invito a que te des el regalo de priorizarte a ti misma. Recuerda siempre que eres digna de amor y respeto, simplemente porque existes.

 Si estás atravesando un proceso de cambio y quieres apoyo terapéutico,  escríbeme y conversemos de tí frente a frente. 

Con amor y apoyo incondicional,

Xochitl

Imagen de rony michaud en Pixabay

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